7.3.22

Blog no entender

Las canas empiezan a poblarme la barba. Es lo que me muestra el que veo en el espejo.
Espejo que pegué hace unas semanas en el diminuto baño de la planta baja de una casa un poco grande, en un barrio rodeado de canales cerca de La Haya en los Países Bajos. Fiu.. Si, en los Paises Bajos.

Madrid nos duró "lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks" diría Sabina. Hace un año una sola cana tenía mi barba. No "envejecí" de golpe, el tiempo nos pasó por encima. Una pandemia, dos inmigraciones y ahora una guerra casi tercera mundial a la vuelta de la esquina, literal y metafóricamente hablando.

Mi blog que es un refugio antibombas (de crisis?) no entiende nada.


Paro de escribir unos segundos y miro por la ventana, de mi "oficina" en la primera planta, las lucecitas que colgué en la cerca del suficientemente-grande patio. Cuando el sol termine de ocultarse se van a encender dándole la característica calidez de la mayoría de los patios de por acá.

Hay como una calma rara. Todo está bien, bajo control, pero se vienen cambios que me gustaría aplazar. O para los que me gustaría estar parado mas firme. ¿Más cambios? En realidad lo inevitable, encontrar un trabajo nuevo en un idioma que sé pero no termino de manejar a la perfección, y como buen perfeccionista si quiero hacer algo lo tengo que hacer bien, aún cuando no tengo las ganas de tomar las clases de inglés que vengo pateando hace rato. Un perfeccionista que no tiene ganas de buscar la perfección, como si estuviera retirado.
Del neerlandés ni hablemos.

Por lo demás está todo bien, "Holanda" es un país que me está gustando mucho.
Recién se cumplieron dos meses que estamos acá, sé que al principio siempre cuesta y que las ganas de ir haciendo las cosas que debo hacer van a ir llegando, o las haré por impulso, poniendome contra las cuerdas a mi mismo como ya lo he hecho otras veces y funcionó.

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